10 de febrero de 2013

¿Un San Valentín poco convencional? Díselo con un Earthbook


A un paso del día de San Valentín, cualquier excusa parece buena para recordar a los demás lo que les queremos, ¿no? Y no nos referimos necesariamente al amor incondicional hacia nuestra pareja, sino también los afectos hacia otras personas cercanas: amigos, hijos, padres... De hecho, en muchos países del mundo el día 14 de febrero está declarado como el Día del Amor y la Amistad y es toda una fiesta nacional. Porque, aunque muchos piensan que es una celebración moderna y promovida por los lucrativos intereses de las grandes superficies comerciales, lo cierto es que su origen se remonta nada más y nada menos que a la época del Imperio Romano (y mira que ha llovido desde entonces).

Un poco de Historia de San Valentín

Detalle de la Madonna Sixtina, óleo de Raffael


Dicen algunos historiadores que se trata de una evolución de la fiesta que los antiguos griegos celebraban cada año en homenaje al dios del amor Eros (que los romanos llamaban Cupido), donde tenía lugar una ceremonia donde se le hacían regalos y ofrendas a la deidad para que ayudase a conseguir el amor ideal. Poco a poco esta tradición fue perdiendo fuerza y cayó en desuso, hasta que, sobre el siglo III (concretamente mientras gobernaba el emperador Claudio II) el sacerdote San Valentín desafió la orden imperial de prohibición de los matrimonios para los jóvenes, puesto que en opinión de Claudio II los solteros sin familia eran mucho mejores soldados al no tener ataduras familiares ni sentimentales. Así que, ni corto ni perezoso, Valentín decidió plantarle cara y ponerse del lado del amor, celebrando casamientos en secreto entre los amantes jóvenes.

El emperador se enteró, lo llamó a Palacio y, enfurecido por su insolencia, mandó encarcelarlo. Estando preso bajo la supervisión del oficial Asterius, éste le reta a que devuelva la vista a su hija Julia, ciega de nacimiento. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista. Y aunque este milagro hizo que la familia de Asterius se convirtiera al cristianismo, no pudo conmover el pétreo corazón de Claudio, quien mandó que lo martirizaran y ordenó su ejecución el día 14 de febrero del año 270. Pero la joven Julia, agradecida de corazón, no dejó que su muerte cayera en el olvido y plantó junto a su tumba un almendro, árbol que en la actualidad es considerado símbolo de amor y amistad duraderos. ¿No os parece un detalle de lo más tierno y emotivo?

Díselo con un Earthbook

Vale, reconocemos que aunque ahora hagamos apología del detalle y del cuidado de la pareja y de los seres queridos San Valentín no es una de nuestras fechas favoritas y que si nos regalaran algo rojo, lleno de corazoncitos, un ramo de flores o los clásicos bombones no daríamos precisamente saltos de alegría a pesar del sentimental gesto. Más bien pasaríamos la más tremenda de las vergüenzas. Pero, por suerte, no todas las propuestas de San Valentín tienen por qué ser cursis u horteras. También hay otros regalos que, además de sacarte una sonrisa, te llegan directamente al corazón. ¿Qué pensaríais si esa persona que os tiene robadito el corazón se presentara en casa con un buen libro que al mismo tiempo puede transformarse en una planta?

Pues no lo imaginéis más, porque nosotros ofrecemos una alternativa a la edición tradicional en papel y con mucho más encanto que un e-book y que conectan literatura y naturaleza. Nuestros Earthbooks (Libros de la Tierra) contienen en su interior un gran secreto: una cajita de semillas y un poquito de tierra. Sólo tienes que plantarlas dentro del propio libro, regarlas un poquito y ponerlas al sol. Si lo haces bien recibirás un gran premio: las propias semillas se alimentan de la tierra y el papel que un día fue árbol y se transformó en libro ahora sirven de continente para que germinen los brotes de col, flores de temporada, olmos y otras plantas. ¡Se nos olvidaba! Como nos preocupa el medio ambiente, utilizamos papel reciclado e incluimos semillas ecológicas para que sean 100% ecológico, devolviéndole al lector el contacto que necesita con la naturaleza y que le niegan las nuevas tecnologías.

Por ello, podemos decir que nos encontramos ante toda una revolución natural en un mundo tecnológico. Así, los lectores descubrirán que el ejemplar que han comprado es un ser vivo en sí mismo, que evoluciona y crece, además de beneficiarse del contenido del propio libro. Una buena alternativa al formato digital y los cada vez más populares e-books, que no se limita a la lectura del relato, sino que invita a vivirlo de una forma que le está vedada a las nuevas tecnologías.

Diario de una semilla


Para que os hagáis una idea más aproximada de lo que estamos hablando, durante toda una semana estuvimos fotografiando el crecimiento de una de las semillas características de Earthbook: la Bella de Noche. Aunque su denominación científica o latina es Mirabilis jalapa, se la suele conocer como Dondiego de noche, Galán de noche, Don Diego de noche, Bella de Noche o Don Pedros y se encuentra en las zonas tropicales, como Perú y México. En cuanto a su aspecto, sus flores presentan llamativos colores, con una floración que brota desde el verano hasta el otoño.

Desde que de la semilla surgió el primer brote dentro de un Earthbook y durante toda una semana, hicimos un seguimiento diario desde el lunes hasta el domingo. Éstas son las fotografías que fuimos tomando cada día mientras crecía dentro de nuestro primer libro, “La lista maldita”, de la escritora precoz Raquel Fernández Muñoz, que en el momento de la publicación de su obra tan sólo tenía 8 añitos de edad.


¿No digáis que con un regalo así se pasa mal? Y también es un detalle de lo más mono y original para cualquier chica (o chico sensible), así que animaos a comprarlo y, si aún así pasáis de San Valentín, haced algo aún mejor: ¡regaládselo por la cara cualquier día del año, que nunca está de más y seguro que todavía le hace más ilusión!

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